Son dispositivos que capturan la luz solar y la convierten en electricidad. Están compuestos por muchas celdas fotovoltaicas, que son las unidades responsables de transformar la energía de la luz en energía eléctrica mediante un proceso llamado efecto fotovoltaico.

El proceso generalmente incluye las siguientes etapas:
1. Evaluación y Diseño: Se realiza un análisis del sitio para diseñar el sistema adecuado.
2. Permisos: Se gestionan los permisos necesarios con las autoridades locales.
3. Instalación: Los paneles solares y el equipo asociado se instalan en el sitio.
4. Conexión y Pruebas: Se conectan a la red eléctrica y se realizan pruebas para asegurar su funcionamiento correcto.
5. Mantenimiento: Se realiza un mantenimiento regular para garantizar el rendimiento óptimo.

Los paneles solares requieren muy poco mantenimiento. Se recomienda realizar una limpieza periódica para eliminar la suciedad o los escombros que puedan obstruir la luz solar. Además, es importante realizar inspecciones regulares para asegurar que el sistema funcione de manera óptima.

Si se produce una interrupción en el suministro solar, el sistema puede estar complementado con almacenamiento en baterías o conectado a la red eléctrica para asegurar el suministro continuo. La energía almacenada en baterías puede utilizarse durante las noches o en días nublados.

La instalación de paneles solares puede aumentar el valor de una propiedad industrial al mejorar su eficiencia energética y reducir los costos operativos. Las propiedades con sistemas de energía solar suelen ser más atractivas para los compradores e inquilinos interesados en soluciones sostenibles.

El tamaño adecuado del sistema solar depende de varios factores, como el consumo energético de la industria, el tamaño del espacio disponible para la instalación, y los objetivos de ahorro energético. Se recomienda realizar una evaluación energética para diseñar un sistema que se ajuste a tus necesidades.

Los incentivos para la instalación de paneles solares pueden variar según la región y pueden incluir:
Créditos Fiscales: Reducción de impuestos sobre la inversión en energía solar.
Subvenciones y Reembolsos: Fondos proporcionados por entidades gubernamentales o locales.
Descuentos y Exenciones: Reducción de tarifas de permisos o tasas de instalación.

El tiempo de recuperación de la inversión, también conocido como período de amortización, varía según factores como el tamaño del sistema, el costo de instalación, el ahorro en las facturas de energía y los incentivos disponibles. Por lo general, se estima entre 5 y 10 años, después de los cuales los ahorros continúan durante la vida útil del sistema.